Definición de atletismo

1. m. Conjunto de deportes practicado por los atletas.
   
   El atletismo es una disciplina deportiva que engloba una amplia variedad de pruebas y actividades físicas. Se caracteriza por ser una competencia individual o en equipo, en la que los atletas deben demostrar su destreza, fuerza, velocidad, resistencia y habilidades técnicas.
   
   Las pruebas del atletismo se dividen en diferentes categorías que se adaptan a las diferentes capacidades y características de los atletas. Algunas de las pruebas más comunes son: carreras de velocidad, como los 100 metros planos; carreras de resistencia, como los 1500 metros; saltos, como el salto de altura o el salto con pértiga; lanzamientos, como el lanzamiento de disco o de martillo; y pruebas combinadas, como el decatlón.
   
   El atletismo es considerado uno de los deportes más antiguos de la historia, con sus raíces en las competencias atléticas de la antigua Grecia. A lo largo de los años, ha evolucionado y se ha convertido en un deporte altamente competitivo y popular a nivel mundial.
   
   Además de ser una actividad deportiva, el atletismo también tiene un impacto significativo en el desarrollo físico, mental y social de los atletas. A través de la práctica del atletismo, los participantes mejoran su condición física, adquieren habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y disciplina, y aprenden a fijarse metas y superar desafíos.
   
   
   Origen etimológico de atletismo: proviene de la palabra griega antigua ἆθλον (ãthlon, "premio")(obtenido en una competición deportiva) y del sufijo -ismo.

1. m. Práctica de ejercicios atléticos y doctrinas referentes a los mismos.

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   2º artículo
   

1. Deporte completo que comprende tres clases de ejercicios: carreras, saltos y lanzamientos. Compendio del trabajo muscular y magnífico para el desarrollo armónico del cuerpo. Salvo algunas especialidades (cross country, marcha atlética y maratón) el atletismo se realiza en los estadios, que constan de una pista (generalmente de ceniza y de 400 m de desarrollo a la cuerda) y de los correspondientes carrejos y fosos para saltos y círculos para lanzamientos. Por su carácter de gran deporte olímpico, por ser «deporte puro» (practicado sólo por aficionados) y por servir magníficamente para la preparación física de todos los deportistas, se ha difundido umversalmente y está protegido por muchos Gobiernos, que en ocasiones le dan carácter obligatorio.
   
   • Historia Del Atletismo: . Es tan antiguo como la misma Humanidad, ya que el hombre desde sus primeros días corrió tras la caza y sus enemigos, saltó setos y riachuelos y lanzó toscos utensilios a las presas que perseguía o en sus constantes luchas contra sus adversarios. En 1829 a. de J.C. surgen los Juegos de Tafite en Ir... Para seguir leyendo ver: Historia Del Atletismo
   
   
   Las pruebas atléticas. Fundamentalmente este deporte consta de tres tipos de pruebas: carreras, saltos y lanzamientos; estos dos últimos suelen englobarse bajo el título de «concursos atléticos». A su vez las carreras pueden dividirse así:
   
   Velocidad: 100 y 220 yardas, y 100 y 200 m lisos.
   
   Velocidad prolongada: 440 yardas y 400 m lisos.
   
   Semifondo corto: 800, 1000, 1500 y 2000 m; media milla (880 yardas) y 1 milla.
   
   Semifondo largo: 3000 y 5000 m; 2 y 3 millas.
   
   Fondo: 10000 y 20000 m; 6 millas y carreras de una hora.
   
   Gran fondo: distancias superiores a 20000 m y, en especial, la de maratón (42 195 metros).
   
   Carreras con obstáculos: 110, 200 y 400 m vallas; 120, 220 y 440 yardas vallas y 3000 m steeple-chase. La altura de las vallas es de 1,06 en las carreras de 110 m y 120 yardas vallas; de 0,76 m en las de 200 m y 220 yardas; de 0,914 m en las de 400 m y 440 yardas. La carrera de steeple-chase consiste en 3000 m con obstáculos: valles y foso de agua.
   
   Aunque el atletismo es, predominantemente, un deporte individual, se celebran también carreras por equipos de relevos: 4 X 100, 4x200, 4x400, 4x800 y 4 x 1500 m; 4 X 110 yardas, 4 x 220 yardas, 4 x 440 yardas, 4 X 880 yardas y 4 X 1 milla. Existen además algunas carreras de relevos de tipo especial, y particulares de algunos países, tales como: relevos balcánicos (100-200-300-400); olímpicos (100-400-800-1500); 440x220x220x880 yardas; 3x1000 m, etc.
   
   Hay que señalar finalmente las carreras de cross, a través del campo, sobre distancias comprendidas entre 5 y-9 millas, o de 8 a 14 km; y las pruebas de marcha atlética, que varían desde los 3000 a los 50000 m, si bien esta última y la de 20000 m son las pruebas olímpicas.
   
   Los saltos tienen por objeto alcanzar la máxima ab tura (altura y pértiga) o distancia (longitud y triple salto). Los lanzamientos, siempre con el objeto de alcanzar la mayor distancia, son: peso, con una bola de un peso mínimo de 7,257 kg; disco, con un artefacto circular de 2 kg de peso; martillo, con una bola unida a un cable de acero, con peso mínimo de 7,257 kg; y la jabalina, con un dardo de 2,60 m de largo y 800 g de peso mínimo. Las características técnicas de estos lanzamientos son muy distintas. En España existe, además, un tipo especial de lanzamiento: la barra, artefacto alargado que se ensancha en su cabeza y tiene un peso de 3,500 kg. Como colofón a todas estas pruebas atléticas existen otras dos que son combinadas: pentatlón (200 y 1500 m, salto de longitud y lanzamientos de disco y jabalina) y el decatlón (100, 400 y 1500 metros lisos, 110 m vallas; saltos de altura, longitud y pértiga, y lanzamientos de peso, disco y jabalina).
   
   Para las categorías de júniors y juveniles (o cadetes) varían las distancias en las carreras y el peso de los ingenios lanzados. Las mujeres tienen como pruebas olímpicas: 100, 200 y 800 m lisos; 80 m vallas (de 0,76 m); saltos de altura y longitud; lanzamientos de peso (de 4 kg), disco (de 1 kg) y jabalina (de 600 g) y relevos 4 X 100. Practican además otras pruebas: 400 m (e incluso la milla en Inglaterra) y el pentatlón (200 m lisos, 80 m vallas, saltos de altura y longitud y lanzamiento de peso).
   
   
   Pruebas de velocidad. En ellas se exige del atleta una energía de tipo explosivo, tendente a darle la máxima aceleración inicial y la mayor rapidez en sus movimientos. Por la brevedad de estas carreras (100 y 200 metros) no es posible ten ellas la formación de planes de ataque o defensa ni de combinaciones tácticas. Debe procurarse una salida puntualísima al tiro del «starter», una rápida puesta en acción de los músculos, regularidad en la zancada y perfección en el estilo. El cuerpo debe ir ligeramente inclinado hacia adelante y en los momentos finales de la carrera lanzar el pecho hacia adelante con objeto de romper la cinta de llegada. En las pruebas sobre 200 m entra en juego un nuevo factor: la resistencia. El atleta debe saber repartir su esfuerzo sobre toda la distancia para evitar desfondamientos en los metros finales. Y como generalmente se corren los primeros 100 m en curva, debe entrenarse para la carrera en estas condiciones, que técnicamente es diferente a la realizada en recta, por el desigual trabajo que tienen que hacer ambas piernas y brazos. Sobre 400 m, última de las pruebas de velocidad, este reparto de fuerzas es aún más esencial y una salida excesivamente rápida podría ser de fatales consecuencias, del mismo modo que una primera mitad de recorrido lento no podría compensarse con un final rápido, pues pasados los 200 m las posibilidades de desarrollo de la máxima velocidad son ya bastante menores.
   
   Aunque no existe un tipo único de velocista, es condición favorable una elevada estatura, que permitirá zancadas más amplias, y un temperamento nervioso, útil sobre todo en la salida. Si el peso quita agilidad de movimientos, tiene en cambio la ventaja de dar potencia en la pisada y suele ser favorable en los momentos finales de la carrera por razón de inercia. Para 400 m es fundamental una zancada amplia y rítmica, pero también una gran velocidad de base, energía y voluntad a toda prueba, saber cambiar de ritmo en el tramo final de la carrera y un reparto equitativo de las energías a lo largo de la misma. Los corredores de 400 m pueden ser de dos tipos: veloces o resistentes, aunque siempre dentro de una notable ligereza. En el primer caso es frecuente que realicen su máximo esfuerzo al principio, cuando la velocidad puede desarrollarse plenamente, mientras los resistentes cubren con más eficiencia la segunda mitad de la carrera. En general todos los corredores cubren en menos tiempo los primeros 200 m (a pesar de la salida) que los últimos, y así, para un tiempo final de 45 segundos, suelen pasar en menos de 22 e incluso 21,5 segundos los primeros 200 m. El tercer hectómetro de carrera suele ser el más lento por hacerse en curva y por la necesidad de reservar energías para el sprint final, en el que de no ir el atleta muy entero de fuerzas suele perder la moral al ver cómo otros corredores se acercan o le dejan atrás.
   
   En las pruebas de 100 yardas y 100 m el progreso obtenido es muy pequeño, por la influencia relativamente escasa del entrenamiento y del estilo y por tratarse de la prueba atlética más natural. El primer record mundial reconocido en 100 yardas fue 9”,6 del americano Kelly en 1906.
   
   Las carreras de 200 m suelen realizarse sobre media pista y, por tanto, con una curva completa, pero en pistas de 500 m pueden realizarse con media curva o incluso en recta, que es como en general suelen correrse en Estados Unidos las 220 yardas.
   
   Pruebas de semifondo. Antes sólo se consideraban como tales las distancias de 800, 1000, 1500 m y 1 milla, pero la evolución de la carrera a pie ha extendido esa consideración de semifondo hasta las 3 millas y 5000 m, si bien con notable diferencia entre la prueba clásica del semifondo corto: 800 m, y la del semifondo largo: 5000. En ellas, sobre todo a partir de 1000 metros, la resistencia juega un papel superior a la velocidad, que sólo entra el juego en la salida y el final. El corredor de semifondo debe ser de pierna con músculo largo, de fácil y amplia zancada, estilo depurado, tanto en el movimiento de piernas como en el de brazos, conocedor perfecto del tren o ritmo de marcha, capaz de cambiar el ritmo en el sprint final para transformar una carrera de fondo en una de velocidad, capacidad pulmonar superior a la normal e inteligencia para saber correr, situarse y lanzarse al sprint sin agotar por ello sus fuerzas. La zancada se reduce al ir aumentando la distancia; tiene como base una gran flexibilidad de cintura y una perfecta extensión de la pierna, pero de modo que resulte un paso cómodo y elástico. En distancias de 5000 m conviene acortar el paso para evitar la fatiga, aunque ello reduzca algo la velocidad. Hoy no basta en estas carreras la resistencia, pues hace falta también velocidad terminal, ya que, en general, son pocos los corredores que gusten de marchar destacados en cabeza, en lucha directa contra el viento, y abundan más los que en el argot ciclista se llamarían «chupadores de rueda», es decir, los que prefieren ir a una zancada del corredor que les precede y marcar su velocidad por la de los otros, esperando para el ataque la última vuelta a la pista o incluso la recta de llegada. Sobre 800 m es cada vez más frecuente una salida relativamente rápida para situarse bien, junto a la cuerda, con una disminución posterior de la velocidad hasta el tren normal de marcha y una aceleración progresiva en los últimos 200 o 300 m. Cada vez se igualan más los tiempos de cada fracción de 400 m. Sobre 1500 o una milla el primer tercio suele ser el más rápido, el segundo de relativo descanso y el final casi tan rápido como el comienzo. Igual sistema se emplea en general en 3000 m, e incluso en 5000, prueba en la que el primero y último kilómetro suelen ser bastante más rápidos que los demás y, en .especial, que el cuarto. Esa afición de los semifondistas a caícar su marcha por la de los demás es causa a veces de resultados cronométricos decepcionantes, porque nadie quiere «tirar» del grupo y gastar sus energías prematuramente.
   
   Pruebas de fondo. Son las enmarcadas por las 6 millas y el maratón, que es la prueba más clásica. En los Juegos Olímpicos se disputan los 10000 m y el maratón, pero también se corre sobre 6 millas, variante británica de los 10000 m. Mucho más escasas son las carreras sobre 10, 15 o 20 millas y sobre 15, 20, 25 y 30 km. Así como en otras pruebas atléticas la estatura era una ventaja, e incluso en muchas de ellas el peso, en las pruebas de fondo es preferible la pequeña estatura y poco peso para mejor resistir la fatiga. Condiciones imprescindibles de un buen corredor de fondo son: gran resistencia, capacidad pulmonar, pocas pulsaciones del corazón, zancada breve pero rápida y rítmica, conocimiento del tren, voluntad para sufrir y un excelente conocimiento de sus propias reservas.
   
   Carreras de vallas. En los 110 m o 120 yardas vallas, éstas son de 1,06 m de altura y se encuentran situadas una de otra a una distancia de 10 yardas (9,14 m), quedando la primera de la salida a 13,72 y la última de la llegada a 14,02 m. Exige esta prueba una gran velocidad y destreza y agilidad para salvar la valla. Son condiciones ventajosas: estatura elevada y piernas largas, tobillos resistentes, flexibilidad de cintura. El estilo debe tender a pasar la valla con la menor amplitud posible y en forma tendida en el salto, pero procurando, en cambio, caer pronto al suelo. Se deben dar tres pasos entre valla y valla, muy rápidos. Como en toda prueba de velocidad, tiene gran interés la salida que debe procurar una velocidad progresiva hasta salvar la primera valla con seguridad. Por otra parte, esa velocidad puede ser decisiva en los últimos metros. Es precisa también una regulación perfecta de la zancada y decisión para lanzarse sobre la valla. El atleta debe tener tan mecanizada la prueba que sea capaz de hacerla con los ojos vendados.
   
   Los 200 m o 220 yardas vallas es, ante todo, una prueba de velocidad, ya que la reducida altura de las vallas (0,762 m) y la mayor distancia a que están colocadas (18,29 m) hacen más fácil salvarlas; pero exigen de todos modos estilo para pasarlas, número exacto y regular efe zancadas entre una y otra y gran velocidad inicial y final. Lo normal es que el atleta dé entre valla y valla 7 u 8 pasos; en este último caso deberá saber pasar la valla con ambos pies.
   
   En 400 m o 440 yardas vallas, la altura de éstas es de 0,914 m y la distancia a que se encuentran una de otra de 35 m, con 45 m desde la salida a la primera valla y 40 m desde la última a la llegada. El número de pasos entre valla y valla variará con la estatura, pero suele oscilar entre 13 y 17 y pocos son los que dan número par de pasos, por la dificultad de dominar el paso de la valla con ambos pies. Lo más difícil en esta prueba es regularizar la zancada, ya que el cansancio en el final de carrera tiende a acortarla y por eso algunos atletas varían el número de pasos según el tramo de carrera. El buen vallista de 400 m deberá ser ante todo corredor excelente en liso y dominar, además, la técnica de las vallas.
   
   Para las otras pruebas de atletismo: 3000 m steeple-chase, maratón, decathlon, carreras de relevos, saltos y lanzamientos, véanse las voces correspondientes.

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