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Definición de causas del crimen

 


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Definición de causas del crimen

  1. Se han aducido numerosas razones para explicar la existencia del crimen, atribuido unas veces a la falta de educación, otras a la ausencia de posibilidades de esparcimiento, abandono de la religión, negligencia paterna, pobreza, alcoholismo, taras hereditarias o físicas, deficiencias mentales, etc. Como ninguna de ellas basta para ofrecer una respuesta satisfactoria, se concede creciente importancia al estudio conjunto de todos los factores que intervienen en cada caso particular.


    La teoría más antigua de la conducta criminal es la posesión o instigación diabólicas. Imperante en las sociedades primitivas, orientales y medievales, ha sido ya desterrada, no sin antes dejar algún vestigio. En las sociedades que sustentaron esta teoría era práctica común castigar, desterrar o ejecutar al «poseso» a fin de exorcizar al demonio. La persecución de «brujas» en la Norteamérica colonial es buen ejemplo de esta práctica. Véase Brujería.


    Aunque desacreditada, aún persiste la teoría del delincuente nato, abocado al crimen por su conformación somática. Cesare Lombroso, antropólogo y médico italiano, formuló la teoría de que era posible identificar al criminal por sus estigmas físicos (v. Atavismo; Criminalogía; Antropología criminal; Lombroso, Cesare). Por el contrario, el doctor inglés Charles Goring, después de estudiar a un grupo de reclusos y ciudadanos no convictos, concluyó que no existen caracteres físicos que permitan diferenciar al criminal de la población inocente. Los criminólogos modernos, ratificando las conclusiones de Goring, no creen que los delincuentes constituyen un tipo congénito peculiar identificable por sus anomalías físicas y mantienen que ninguná persona se ve predestinada al crimen por su plasma germinal. La herencia, en interacción con otros factores personales o ambientales, puede resultar un factor dominante en una carrera delictiva de igual modo que lo puede ser en un negocio próspero o un éxito profesional, pero cosa muy distinta es afirmar que un individuo abocará indefectiblemente a una conducta criminal como resultado de la herencia sin consideración de los demás factores.


    Los defectos y taras físicas, como la ceguera, calvicie, sordera, obesidad, deformaciones congénitas o perturbaciones glandulares pueden influir poderosamente en la conducta humana, pero de una manera indirecta. Un determinado tipo de cultura puede considerar la obesidad como señal de distinción o atribuir poderes divinos al epiléptico. Aunque los defectos y taras provoquen perturbaciones en la personalidad, la conducta de una persona no puede ser definida por su cultura como delincuente o criminal. Al contrario, el afán de seguridad y reconocimiento pueden situarle en lugar destacado y honorable entre sus conciudadanos.


    Es preciso insistir en que la mera presencia de conflictos en la personalidad o la posesión de ciertos rasgos de personalidad no producen necesariamente una conducta criminal (v. Criminología; Psicología criminal). El problema resulta demasiado complejo para admitir solución tan sencilla. La agresividad, la timidez, la franqueza, la antipatía, la escrupulosidad, pueden encontrar expresión en cualquier tipo de conducta, correcta o criminal. Incluso experiencia tan profundamente emocional como la frustración puede no producir agresividad, sino disiparse en alegría y buen humor.


    Se desconoce la incidencia general de enfermedades y deficiencias mentales entre los criminales, pero otros puntos han quedado claramente establecidos. Ni las enfermedades ni las taras mentales conducen inevitablemente al crimen. Algunas personas que adolecen de tales deficiencias pueden llegar a encontrarse en conflicto con la ley, cosa que no ocurre en muchas otras. La gran mayoría de los delincuentes, al igual que la gran mayoría de los respetuosos con la ley, entran en la clasificación de «personas normales».


    Factores sociales y ambientales.


    El hombre, en su adaptación creadora al medio geográfico o humano, establece reglas y normas que regularán su conducta y facilitarán la satisfacción de sus necesidades en términos de un conjunto de valores generalmente aceptados. Los cambios sociales tienden a quebrantar las relaciones sociales y a introducir valores antagónicos. A menos que la comunidad o la sociedad realicen adaptaciones compensatorias, declina la influencia de las reglas sociales, irrumpe con el tiempo la desorganización social, y la divergencia cultural, el conflicto subsiguiente, el control ineficaz del grupo y los procesos sociales divisorios operan como importantes factores en la aparición del crimen, la delincuencia y otros problemas sociales. Véase Criminología, Sociología criminal; Cultura.


    La desorganización social se manifiesta de muy diversas formas, Puede ser temporal y espectacular, como en un tumulto repentino, dramática y absorbente, como en una guerra, crónica y enervante, como en los suburbios míseros o durante una depresión económica. Cualquiera que sea la forma que adopte, la desorganización social afecta a todos los aspectos de la vida social, transmitiendo sus repercusiones a través de toda la red de relaciones que tiende a reunir una comunidad o una sociedad en una unidad cohesiva. La casa y la familia, la iglesia, la escuela, la vecindad, la cuadrilla, los lugares de recreo y de trabajo, los organismos ejecutivos y otros grupos e instituciones sociales actúan recíprocamente en una relación funcional; cada uno de ellos refleja amplificada la organización social de que forma parte.

    Un examen de las causas del crimen y la delincuencia demuestra la imposibilidad de explicar con sencillez la existencia de estos problemas. La conducta humana, legal o ilegal, es el resultado de la interacción de factores personales y ambientales, y la naturaleza de estos elementos, así como sus diversas combinaciones, difiere notablemente de un caso a otro. En la formulación de algunas nuevas teorías sobre la conducta criminal, aparentemente comprensivas de todos los detalles, suelen encontrarse valiosas aproximaciones a la realidad, pero la complejidad de la motivación previene decididamente contra la aceptación plena o no crítica de tales teorías.

    Para más información ver: crimen (derecho).
Actualizado: 27/10/2015
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Fuentes bibliográficas y más información de causas del crimen:
Análisis de causas del crimen

Cantidad de letras, vocales y consonantes de causas del crimen

Palabra inversa: nemirc led sasuac
Número de letras: 15
Posee un total de 6 vocales: a u a e i e
Y un total de 9 consonantes: c s s d l c r m n

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V. = Ver o Verbo
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Definiciones-de.com (2015). Definición de causas del crimen - Leandro Alegsa © 27/10/2015 url: https://www.definiciones-de.com/Definicion/de/causas_del_crimen.php

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