Definición de contrachapeado madera

1. Tablero formado por tres o más hojas o chapas de madera pegadas con cola, generalmente de través, es decir, de modo que las vetas de las chapas se crucen perpendicularmente. Para lograr piezas «equilibradas» suele utilizarse un número impar de chapas; el equilibrio se consigue agrupando chapas de especie, grosor y disposición idénticas o similares a uno y otro lado de la chapa central o «núcleo» para evitar alabeos y retorcimientos y reducir al mínimo su dilatación o encogimiento. La definición que antecede es demasiado general, ya que no se ha hallado ninguna que satisfaga por entero a los especialistas del ramo.
   
   
   Los tableros contrachapeados se vienen utilizando desde hace muchos años en la confección de piezas de mobiliario que requieran paneles finos y resistentes al mismo tiempo. Se han ideado también contrachapeados resistentes a los agentes atmosféricos, llamados en el comercio contrachapeados para exteriores, que encuentran cada vez mayor aplicación en la construcción de encofrados, paneles de casas prefabricadas, envases, avionetas y embarcaciones.
   
   
   En la fabricación de muebles modernos se emplea con frecuencia un tipo mixto de contrachapeado, que utiliza tableros de fibra atravesada y planchas sólidas de madera de varios espesores. La estabilidad en cuanto al encogimiento y dilatación de estos tipos de construcción se halla comprendida entre la de los tableros enteramente contrachapeados y la de la madera maciza. Las maderas exigen tratamientos distintos y frecuentemente se componen de pequeñas bandas o bloques cortados de otras chapas. No puede considerarse el procedimiento un verdadero contrachapeado.
   
   
   Los tableros contrachapeados suelen fabricarse en espesores variables que oscilan entre 4,75 y 30 mm. Las chapas componentes varían desde las de máxima delgadez posible (destinadas a usos especiales), a las ..del máximo espesor permisible para su clasificación como chapas. En los tableros de maderas blandas destinados a la construcción suelen entrar hasta siete chapas; más si se destinan a usos especiales. En general, cuanto mayor sea el número de chapas adyacentes, menores serán los riesgos de dilatación y encogimiento del tablero, ya que podrá «equilibrarse» su construcción disponiendo las chapas de modo que no sé produzcan distorsiones ulteriores. Aunque la mayor parte de los contrachapeados son planos, pueden lograrse formas curvas con chapa delgada, incluso en planos distintos en caso necesario; también pueden curvarse en el subsiguiente proceso de fabricación.
   
   
   Caracteriza a la madera normal que su mayor resistencia a la tensión y flexión, se halla en la dirección de sus vetas y que su máxima dilatación y contracción, que llega del 4 al 7 %, se produce en sentido transversal a aquéllas y es prácticamente nula en la dirección de las mismas. Como las chapas adyacentes de los tableros contrachapeados se disponen de modo que sus respectivas vetas se crucen perpendicularmente, los tableros tienden a poseer la misma resistencia a la tensión y flexión tanto en sentido horizontal como vertical respecto de la veta de la chapa superficial y, como las fuerzas de dilatación y contracción se contrarrestan recíprocamente, sus efectos son insignificantes. Las vetas opuestas de las chapas alternas impiden también que se rajen al ser perforados los tableros con clavos u otros elementos de sujeción análogos.
   
   Si no se logra imprimir al tablero el adecuado equilibrio y una acertada disposición de las vetas, es más susceptible al alabeo que las maderas, normales. Lo contrario ocurre si se ha construido con métodos científicos bajo una adecuada dirección técnica. Otra ventaja del tablero contrachapeado es que se puede construir en cualquier tamaño, por grande que sea. El destinado a la construcción se fabrica comúnmente en dimensiones de 1,25 X 2,50 m, aunque es posible obtenerlos mayores.
   
   
   Las colas utilizadas comúnmente para el pegado de las chapas comprenden colas de caseína, soja y almidón, que se solidifican a la temperatura ambiente; colas de urea de «fraguado en frío», que endurecen a 24 °C o más; colas de urea y formaldehído y colas fenólicas de «baja temperatura» que requieren temperatura de 32 a 70 °C asequible en un espacio cerrado u homo regulado; y, finalmente, la mayoría de las colas de fenolformaldehído y melaminaformaldehído que exigen temperaturas de 93 a 149 °C y han de solidificarse entre las planchas de una prensa en caliente. También se fabrica una cola fenólica de solidificación en caliente suministrada en finas láminas (impregnada en papel delgado) que se manipula con la facilidad de una chapa delgada.
   
   
   El equipo de prensado es muy variado y abarca desde los conjuntos más simples de prensas de mano a las prensas gigantes de planchas múltiples, calentadas al vapor y capaces de producir temperaturas de hasta 149 °C y presiones de 14 kg/cm2. Dichas prensas proporcionan un contacto perfecto de las chapas sometidas al encolado. La duración de los procesos de presión y calor varía desde unos pocos minutos para tableros delgados hasta 20 h para los muy gruesos. Se está generalizando el método de calentar las capas de cola de los contrachapados mediante el uso de campos eléctricos de alta frecuencia, lo que reduce considerablemente el tiempo requerido para la solidificación de la cola.
   
   
   En la producción de objetos tales como cascos de embarcaciones, pontones para hidroplanos, piezas de avión, cúpulas de radar y construcciones concoideas similares suele emplearse el moldeado con líquido a presión (moldeo por saco de goma). Este procedimiento emplea la presión atmosférica originada por el vacío creado en un saco de goma que contiene el objeto a pegar o bien la presión de un saco de goma que se infla de modo que constriña el chapado contra un molde conformador. El calor necesario para endurecer la goma se administra a través del saco o molde en forma de vapor, mezcla de vapor y aire, agua o aire. Si se utilizan moldes de madera, las chapas pueden recortarse «a la medida» para que se ajusten a la conformación del molde y sujetarse ligeramente a éste durante el periodo del encolado. El sistema de presión fluida es muy apropiado cuando la presión convencional del contrachapeado plano resulta mecánicamente imposible o antieconómica, como en el caso de que hayan de fabricarse moldes costosos para pocos chapados.
   
   
   Es prometedora la reciente innovación introducida en la técnica del contrachapeado, consistente en el empleo de capas superiores de papel tratado con resina u otras cubiertas protectoras al objeto de ocultar los defectos superficiales, con lo que es posible utilizar tableros de calidad inferior, obtener superficies más duraderas, aumentar la resistencia y rigidez del contrachapeado y conseguir exteriores decorativos para aplicaciones especiales. Aunque las propiedades técnicas del contrachapeado sean bastante complejas, la investigación moderna ha acumulado un. acervo de valiosas informaciones técnicas. Véase Calentamiento por alta frecuencia; chapa de madera.

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