Recolección Del Algodón

1. La mayor parte del algodón se cosecha en el hemisferio N entre setiembre y diciembre; el momento varía de acuerdo con las condiciones climáticas, la variedad de la planta y las prácticas de cultivo. Se hace necesaria más de una recogida, ya que no todas las plantas maduran simultáneamente. En 1955 el 25 % de la recolección total norteamericana se llevó a cabo por medio de cosechadoras mecánicas. En algunos estados se recogieron de esta forma las tres cuartas partes de la cosecha. La selección anual resulta lenta y penosa, pero proporciona algodón limpio y de buena calidad. Son muchos los métodos selectivos empleados. Uno de ellos consiste en arrancar la semilla de la cápsula ya abierta y depositarla en un saco (de 3,5 m de alto por 0,75 de ancho), que el recogedor arrastra. Un operario puede recoger diariamente de 70 a 180 kg de algodón. Cuando se realiza la recolección manualmente, son necesarias dos o tres selecciones o recogidas.
   
   En vista de lo económico que resulta el empleo de medios mecánicos en la recolección, se va imponiendo su empleo. El resultado puede ser, por otra parte, tan satisfactorio como el obtenido en la recolección manual si las máquinas se manejan convenientemente. De las diversas clases de máquinas experimentadas sólo dos tipos han llegado a popularizarse: la de husillo y la de espadado. La primera separa el algodón de las cápsulas abiertas, sin estropear las demás cápsulas ni el resto de las plantas. Para realizar esta operación se instala la máquina en un tractor. El mecanismo consiste en varios tambores giratorios provistos de husillos, que, con movimiento sincronizado con el del tractor, arrancan el copo de las plantas guiadas hacia esta parte de la máquina. Un dispositivo de goma («desnudador») separa luego el algodón, que una corriente de aire va arrojando a una cesta.
   
   El sistema de espadado se utiliza principalmente en las grandes llanuras de Oklahoma y Texas, donde el algodón puede dejarse en el campo hasta que abra del todo. Este procedimiento resulta más eficaz si se trata de variedades de poco desarrollo y ramas cortas. El antecedente de este tipo de cosechadora es el simple rastrillo manual, que peinaba o arrancaba las cápsulas de las plantas con sus dientes. El aparato moderno separa las cápsulas por medio de rodillos exteriores dotados de movimiento giratorio o bien por medio de un solo rodillo y una barra fija.
   
   
   Desmotado y embalaje. Después de la recolección pasa el algodón por la desmotadora, donde se separan las semillas y se embalan los copos para el mercado. Para los algodones upland se utilizan desmotadoras tipo sierra. Los de fibra larga, como los egipcios y americanos, se tratan con desmotadoras de rodillos, que separan la semilla de las fibras. La desmotadora tipo sierra se compone de varias sierras de dientes finos, que se proyectan hacia el interior del receptáculo donde se aloja el algodón bruto. Los dientes arrancan las fibras, que, por medio de unas escobillas o una corriente de aire, son transportadas a una prensa. Las semillas caen en otro receptáculo para su almacenaje. El algodón se prensa en forma de balas con un peso bruto de 250 kg. Se acostumbra a forrar las balas con arpillera y atarlas con fleje. De ordinario sus dimensiones son de 1,40 m de largo, 0,70 de ancho y 1,15 de alto. Antes de su transporte las balas se vuelven a prensar para que ocupen el menor espacio posible. Los algodoneros norteamericanos comprimen las balas destinadas a las fábricas textiles hasta reducirlas a la mitad de su tamaño primitivo y a un tercio las embarcadas con destino a la exportación.
   
   Mercados. Una vez desmotado y embalado, el productor puede vender ya su algodón, pero generalmente prefiere almacenarlo en algún depósito público en espera de que alcance la cotización máxima. Una de las características del mercado del algodón es la presencia de gran número de intermediarios. El granjero lo vende en el mercado local a un corredor que, a su vez, lo despacha en los grandes mercados centrales, desde donde se envía a las hilanderías nacionales o a los países importadores. Los mercados locales carecen de organización especial, pero en los centrales funciona una bolsa de contratación donde se reúnen los corredores para concertar sus operaciones.
   
   Otra de las características del mercado algodonero es el llamado mercado de futuros, mercado a término o mercado a plazo, creado con el fin de evitar las oscilaciones en el precio del producto. En estos mercados la compra se efectúa por anticipado, con lo que se intenta proteger a los intermediarios, tejedores y demás interesados en el negocio algodonero. Por ejemplo, si un tejedor contrata con un fabricante textil un suministro a realizar seis meses más tarde, fijará su precio de acuerdo con la cotización actual del algodón. Pero sabe que en el plazo de seis meses puede subir el precio del algodón y ocasionarle grave quebranto económico; para evitarlo puede comprar en uno de estos mercados con plazo de entrega no inmediato. Entretanto, si encuentra el tipo de algodón que desea, puede vender igual cantidad en el mismo mercado a plazo y cancelar sus obligaciones con este mercado. De este modo evita toda pérdida monetaria, ya que las diferencias entre el precio actual y el del mercado a plazo son siempre aproximadamente las mismas, pues, si los precios del uno suben, síguenle a continuación los del otro. Del algodón que se contrata en los mercados a término no llega a un 2 % el que se sirve realmente.
   
   El precio del algodón varía considerablemente de acuerdo con la calidad. Como los compradores clasifican el algodón antes de adquirirlo, los grandes cosecheros, para evitar las clasificaciones tendenciosas, acostumbran a enviar previamente sus muestras al departamento oficial de clasificación. Ésta se basa en la determinación del «grado» y «longitud de fibra». El grado viene fijado por el color de la fibra, presencia de materias extrañas y proporción de deterioro de la fibra en el desmotado y manipulación. Normalmente se vende algodón atendiendo sólo a su clase, pero hay corredores e hilanderías que tienen sus laboratorios de ensayo para determinar la solidez, punto de madurez, finura, uniformidad de la longitud y dimensión exacta de las fibras de algodón. Aunque casi la totalidad del algodón que se vende es blanco, algunas pequeñas partidas suelen tener un ligero tinte gris o presentar manchas amarillas por la acción de los agentes atmosféricos, insectos u otras causas. Los tipos oficiales de algodón upland blanco americano son los siguientes: Good Middling, Strict, Middling, Middling, Strict Low Middling, Low Middling, Strict Good Ordinary y Good Ordinary.
   
   Para más información ver: algodón.

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