(939-1002). Mohamed-ben-Abu-Adher, llamado el Victorioso, es decir El-Mansur. Célebre ministro, y general de la España árabe, nacido cerca de Algeciras y muerto en Medinaceli. La familia de los Beni-abi-Amir era de la tribu yemenita de Moafir, de nobleza togada, pero no ilustre. Su antepasado Abdelmelic, uno de los pocos árabes venidos a España con Tarik, recibió, en recompensa de sus servicios, el castillo de Torrox, a orillas del Gua-diaro. Su padre fue Abu Hafs y su madre Boraiha, hija del magistrado Aben Bartal. Empleado primero como subalterno del cadí de Córdoba, pasó, en 965, a ser intendente de Abderrahman, primogénito del califa Alháquem II y de la sultana Sobeya, y pronto se atrajo el favor de ésta con su finura y cortesía: así fue subiendo en la escala administrativa hasta ser su intendente, inspector de la Moneda, cadí de Sevilla y jefe del regimiento de policía. Al morir el califa, a su habilidad se debió la proclamación del niño Hixem II, bajo la tutela de su madre (976). General del ejército contra los cristianos y marido de Asma, hija del general Gálib, efectuó en veinticinco años cincuenta expediciones victoriosas contra los cristianos, siendo las más famosas la de 982 contra Zaragoza, 984 contra León y 997 contra Santiago de Compostela, en que se llevó las campanas para lámparas de la mezquita cordobesa. Murió a consecuencia de la derrota de Calatañazor.