(1249-1315). Rey de Escocia, hijo de Juan de Baliol. A la muerte de Margarita (1290), nieta de Alejandro III, reclamó el trono de Escocia como heredero de su abuela materna, Margarita, hija mayor de David, hermano de Guillermo el León. Eduardo I de Inglaterra, asumiendo el papel de árbitro, adjudicó el trono a Baliol, que fue coronado en Scone (1292). El vasallaje que juró a Eduardo como a señor natural se hizo muy pronto intolerable y, después de una revuelta, fue obligado a abdicar, reducido a prisión (1296) y finalmente libertado (1299). Murió en el castillo de Galliard (Normandía).