En el Antiguo Testamento (Juc. 16:4), mujer filistea, concubina de Sansón, que, al descubrir que el origen de la gran fuerza de éste residía en su larga cabellera, se la cortó mientras dormía y lo entregó a los jefes filisteos, que la premiaron con 1100 piezas de plata cada uno. Véase Sansón.