Los organismos de este grupo son tan pequeños que apenas resultan visibles al microscopio ordinario. Su tamaño, sin embargo, aunque inferior al de las bacterias más pequeñas, es superior al de los virus. No atraviesan los filtros de poro fino. Las Rickettsias requieren tejido vivo para poderse desarrollar. Su habitat natural consiste en las células que tapizan los intestinos y otros tejidos de los insectos. Pueden inocularse en el hombre por la picadura de los insectos. Un ejemplo es la Rickettsia prowazekii, que produce las fiebres tifoideas y se transmite por el piojo.