Vigorosamente puede referirse a la realización de una acción con fuerza y energía, o a la manifestación de una emoción intensa y apasionada. Se puede utilizar para describir cómo alguien realiza una actividad física con determinación o cómo se manifiesta una emoción con pasión. Por ejemplo, una planta que crece vigorosamente o un cantante que interpreta una canción con toda la pasión.
adv. m. De manera vigorosa, con fuerza, con energía.
Esta acepción hace referencia a la forma en que se realiza una acción con intensidad y energía. Por ejemplo, se puede utilizar para describir cómo alguien realiza una actividad física de manera enérgica o cómo se resuelve un problema con determinación.
Ejemplos de uso: "La planta crecía vigorosamente frente a la casa, pronto la cubriría".
"Si se mantiene la política económica, el país crecerá vigorosamente durante los próximos años".
"Aplaudió vigorosamente al término del recital".
"El atleta corrió vigorosamente hasta cruzar la meta en primer lugar"
De manera ardiente y llena de pasión.
Esta acepción se refiere a la forma en que se manifiesta una emoción o una sensación de manera intensa y apasionada. Puede aplicarse a diferentes contextos, como el amor, la ira o el entusiasmo.
Ejemplos de uso: "El cantante interpretó la balada vigorosamente, transmitiendo toda la pasión de la letra".
• « El plan de San Martín se puso vigorosamente en marcha al ser aprobado en julio de 1816 por el director supremo Pueyrredón durante la entrevista de ambos en Córdoba, pocos días después de la Declaración de la Independencia. »
• « En las Américas, las potencias de Europa occidental colonizaron vigorosamente los continentes recién descubiertos, desplazando en gran medida a las poblaciones indígenas y destruyendo las civilizaciones avanzadas de los aztecas y los incas. »
• « Las risas nerviosas y las burlas rebotaron en la chimenea cuando nos tomamos un descanso del baile. Y habiendo descansado, los chicos agitaban sus plumas del rabo cada vez más vigorosamente, esperando ganar los corazones de sus chicas favoritas. »
• « El obrero se moja las manos y la cara, se las frota con el jabón, que resbala, resbala y hace una bonita espuma: cuando está bien enjabonado, sumerge la cara y las manos en la palangana y se enjuaga vigorosamente... Levanta la cara... ¡ya no es reconocible! Su piel vuelve a ser blanca, limpia, sin rastros de humo ni de polvo y un ligero cepillado basta para reanimar su cabeza desgreñada. »