La acampada turística, tan popular en Norteamérica, se está imponiendo en Europa, sobre todo en las vacaciones veraniegas. Ya es común en los países europeos, especialmente en Francia, Italia y España, el espectáculo de los camping, que ponen una nota de alegre colorido, con sus tiendas abigarradas, sobre el paisaje playero o montañero y que forman verdaderas concentraciones urbanas. Algunos parques ofrecen gratuitamente cabañas dotadas de cocinas y otras instalaciones. Un automóvil puede transportar un equipo que comprenda desde sillas y mesas hasta frigoríficos, termos y portadores de comidas calientes.
Una familia mediana puede acampar cómodamente con el siguiente equipo: dos tiendas pequeñas con suelos interiores cosidos; un saco de dormir o un par de mantas y sábanas por persona; un colchón neumático por persona; alacena de alimentos; linterna eléctrica; utensilios para la comida, incluidos platos de papel y tazas para bebidas calientes; un cuchillo de carnicero y otro mondador, tenedores y cucharas; un hacha y una pala; alimentos y condimentos que no se estropeen; una bolsa de lona o de plástico o un cubo; un botiquín de urgencia; cerillas; jabón; papel higiénico y tapetes de plástico o hule.
Se llevarán ropas ligeras y resistentes. No se olviden las prendas de abrigo en las acampadas de montaña, donde la temperatura desciende bruscamente después de la puesta del sol. Para la hora de la comida son muy útiles una mesa plegable con asientos adheridos y sillas de campo del mismo tipo. Es fácil mantener activos a los niños con multitud de ocupaciones entretenidas y prácticas. Puede incluirse también en el equipo un lienzo de lona (2,40 X 3 m ó 3 X 3,50), que será doblemente útil, unas veces como toldo, sostenido por los árboles sobre el espacio donde esté situado el fuego cuando llueve, y otras extendido en el suelo para sentarse.