Encuentro que tuvo lugar (28 setiembre 1868) entre las tropas del general revolucionario Francisco Serrano y Domínguez y las de la reina Isabel II, mandadas por Manuel Pavía y Lacy, marqués de Novaliches, algo inferiores a las de Serrano. Herido Novaliches en la boca, entregó el mando al general Paredes, que dispuso la retirada hacia El Carpió.