Nombré teatral de algunos actores italianos de la «Commedia dell’Arte», teatro popular en que los protagonistas improvisaban sus versos, apoyados en esquemas arguméntales, llamados «escenarios». Francesco (1548-1624), consumado lingüista, músico y escritor, soldado en sus años mozos y cautivo de los turcos durante siete años, se incorporó en 1577 a la Compañía de los Gelosi, que más tarde dirigió representando papeles de galán y de capitán fanfarrón. En 1578 casó con Isabella (1562-1604), que había de conquistar el primer puesto entre las actrices de su tiempo, especialmente desde los escenarios del Flaminio Scala. Famosa por su belleza física y espiritual, ganó también merecida fama como autora de Mirtilla, égloga pastoril. Murió de parto en Lyon cuando regresaba de París con la compañía de los Gelosi. Francesco se separó entonces de esta compañía y no volvió a actuar nunca más, aunque escribió algunos escenarios. Giamfoattista (1578?-1654), su hijo mayor, actuó con la misma compañía y después de su disolución formó la de los Fideli, en la que se hizo famoso representando papeles de galán bajo el nombre de Lelio. Fue también autor de varias obras, como Adamo (1613), que, según algunos críticos, influyó en el Paraíso perdido, de Milton.