A esta familia pertenecen las abejas minadoras de trompa corta. Miden de 5 a 18 mm de longitud y, en general, son de aspecto metálicas, a veces negras, con motas amarillas, rojas o pardas. Los machos presentan con frecuencia cara amarilla y se asemejan un tanto a las productoras de miel, con las que pueden confundirse. Los miembros de la familia poseen hábitos coloniales y cavan celdas individuales que, agrupadas, pueden ocupar grandes extensiones. Se reproducen dos veces al año. Los adultos de ambos sexos y algunas de las ninfas permanecen en sus nidos desde la última parte del estío a la primavera siguiente. Los adultos figuran entre los polinizadores más activos de plantas tan importantes como las pertenecientes a las familias de las cruciferas, a la que pertenecen la berza, mostaza, rábano y nabo; las compuestas, a que corresponden los girasoles; las rosáceas, con muchos árboles frutales, rosales e infinidad de especies ornamentales; las leguminosas, con la alubia, guisante, algarroba, trébol, alfalfa y otras valiosas plantas forrajeras y ornamentales; finalmente, las umbelíferas, con la zanahoria, chirivía y apio.