Arco circular de luz espectral que aparece en un frente lluvioso cuando el observador se encuentra entre este frente y el Sol o la Luna. El centro del arco, salvo raros casos, se encuentra en la prolongación de la posible sombra del observador. El iris puede verse en la niebla o en la lluvia. Aunque teóricamente es posible la formación de gran número de arcos, comúnmente aparece sólo uno, con menos frecuencia dos y rara vez tres. El borde exterior, de coloración brillante, es rojo y de un radio aproximado de 42°. Los matices se suceden por el orden rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violado, a medida que se penetra al interior del arco. Existen casos de iris más amplios y de bandas menos vivas, de unos 50°, en que aparecen invertidos los colores. Éstas, en todo caso, se deben a la refracción, reflexión interna y difracción de la luz solar o lunar en las partículas de agua.