Variedad de infantilismo, en que la persona, extraordinariamente diminuta, está normalmente proporcionada en relación con su talla. Aunque al nacer el tamaño es normal, el crecimiento es lento y se detiene a edad temprana. Los adultos rara vez miden más de 1-1,20 m. Sus facciones son infantiles; las manos y pies, pequeños. Son constitucionalmente débiles, aunque algunos alcanzan la longevidad. Muchos son estériles. La inteligencia puede ser normal.
El enanismo ateliótico es hereditario. Se debe generalmente a un único gene recesivo (v. Herencia), que deriva de una deficiencia de la hormona producida por las células acidófilas del lóbulo anterior de la Hipófisis. Se han evidenciado a veces dos o más genes dominantes complementarios, posible causa de la ateliosis. El enanismo acondroplástico es otro tipo de enanismo caracterizado por tronco y cabeza normales y extremidades pequeñas y es más frecuente que el ateliótico. En el reino vegetal y animal también se hallan ejemplos de estos dos tipos de enanismo.
Ejemplo de este tipo son los antiguos bufones como los retratados por Velâzquez en su famoso cuadro de Las Meninas. El enanismo acondroplástico es más frecuente que el ateliótico. Estos dos tipos de enanismos se encuentran también en animales y plantas. Las monstruosidades atelióticas son en realidad falsos enanismos. Véase Enanismo.
