(212?-275 d. de J.C.). Emperador de Roma del 270 al 275, nacido posiblemente en Sirmio (Panonia), de humilde ascendencia. Proclamado emperador por el Ejército para suceder a Claudio II, venció a los godos y vándalos, que habían cruzado el Danubio, y rechazó una invasión de los pueblos germánicos en Italia. En Oriente derrotó a Zenobia, reina de Palmira, a la que llevó prisionera a Roma (271). Luego arrebató al usurpador Tétrico la Galia, España y Britania. Fortificó Roma con una nueva línea de murallas y, abandonando la Dacia, hizo del Danubio la frontera del Imperio. Fue asesinado por sus oficiales mientras preparaba una expedición contra Persia. Su fortificación de Roma, la Muralla Aureliana, fue comenzada el año 271 y terminada por su sucesor, Probo, el 280. Todavía se conserva gran parte de ella. Construyó también la mayor parte de la Vía Aurelia, una de las principales calzadas militares de la antigua Italia, que partía de Roma en dirección N a lo largo de la costa occidental.