Los cauchos sintéticos de este tipo son copolímeros de butadieno y de acrilonitrilo. Estos cauchos se mezclan con negro de humo al objeto de impartirles las características físicas deseadas. No son tan resistentes a la luz solar y al ozono como el neopreno, pero se comportan de modo semejante al caucho natural en la vulcanización con azufre. Durante la II Guerra Mundial se usó el buna-N, merced a su resistencia a los combustibles aromáticos, en el revestimiento de tanques de gasolina invulnerables a las balas. Actualmente se usa en la fabricación de mangueras de aceite y gas y otros artículos que requieran condiciones especiales de resistencia a la gasolina y los aceites.