Son características de los mistacocetos las láminas que se encuentran en el interior de la boca, llamadas vulgarmente barbas. Estas no son óseas, sino que están constituidas por una sustancia muy flexible y elástica parecida al cuerno. Son muy aplanadas y cuelgan del maxilar superior en la cavidad de la boca; sirven para filtrar el agua y retener los pequeños organismos de que se alimentan las ballenas. Los mistacocetos se caracterizan, además, por la laxitud que presenta la articulación de sus costillas con la columna vertebral, lo que les permite admitir una gran cantidad de aire y por tanto permanecer bajo el agua durante largo rato. Los diferentes géneros son: Balaena, al que pertenecen las ballenas verdaderas; Balaenoptera, que agrupa a las ballenas de aleta; Megaptera, que incluye la ballena jorobada; Rhachianectes, que comprende la ballena gris del Pacífico; y Neobalaena, al que corresponde la rara ballena pigmea de los mares del Sur cuyas barbas son muy estimadas.
Los odontocetos se caracterizan por carecer de barbas y poseer en cambio dientes, además de otras muchas diferencias anatómicas con respecto a los mistacocetos (v. Cachalote; Ballena blanca; Narval; Delfín; Marsopa). Otros odontocetos son las oreas y las ballenas picudas (Mesoplodon). Muchos son perseguidos por su aceite.
Desde el punto de vista de los balleneros, la más importante es la ballena azul. Este animal es el mayor ser viviente: quizá el mayor que jamás haya existido. Se sabe de ejemplares que medían hasta 30 m de longitud con un peso de 140 t. Por término medio pesan unas 60 t y son de un valor considerable. Las ballenas de aleta miden unos 18-20 m y pesan alrededor de 50 t. La ballena jorobada es menor, pues sólo pesa alrededor de 27 t. La ballena de cabeza arqueada es una de las más valiosas, pero se encuentra solamente entre los hielos flotantes del Ártico. El cachalote rara vez aparece fuera de los mares tropicales, mientras que en ellos forma manadas de centenares de individuos.
