(1753-1823). Matemático y soldado francés, nacido en Nolay (Borgoña). Oficial profesional a los 18 años, fue encerrado en una fortaleza durante algún tiempo a causa de sus puntos de vista avanzados en materia de fortificaciones. Elegido para la Asamblea Legislativa en 1791, fue miembro del Club Jacobino, de la Convención Nacional (1792) y del Comité de Salud Pública (1793). Votó en favor de la ejecución de Luis XVI. Llevó la dirección táctica y asumió el mando de los ejércitos franceses (1793-97). En 18 meses creó, instruyó y condujo a la victoria a los 14 abigarrados ejércitos de la Revolución Francesa. Seleccionó y preparó a los oficiales que más tarde habían de ser mariscales de Napoleón. Introdujo nuevos sistemas de fortificación y maniobra, vislumbró las posibilidades aeronáuticas en las operaciones militares (subió en un globo en 1795) y apreció en su justo valor el genio creador de Robert Fulton, pero no pudo convencer a Napoleón de la importancia de sus intervenciones. Gomo matemático destacó por sus trabajos sobre geometría y cálculo, que sirvieron de base a los estudios de Jean V. Poncelet. Apoyó al joven Napoleón y planeó las operaciones de la campaña de Italia (1796-97), que éste se encargó de llevar a cabo. Napoleón, en cambio, siempre estuvo dispuesto a infravalorar los aciertos de Carnot. Proscrito por Paul Barras (1797), vivió en el exilio durante dos años. Fue ministro de la Guerra durante el consulado de Napoleón. Realizó la brillante defensa de Amberes en la campaña de 1814. Durante los «Cien Días» estuvo al frente del Ministerio del Interior. Al regresar los Borbones al trono marchó al destierro (1815) y murió en Magde-burgo (Alemania). En las fiestas conmemorativas del centenario de la Revolución (1889), su cuerpo fue trasladado a París y enterrado en el Panteón, honor éste el más alto que Francia otorga a sus hombres ilustres.
