Sustancia sólida, de color amarillento, segregada y empleada por las abejas en la construcción de sus panales. Es quebradiza y de agradable olor meloso. Para su empleo comercial se prepara vaciando la miel y calentando la cera en un baño de agua; la cera es insoluble y flota en la superficie. La cera de abeja funde entre los 62 y 65 °C y es soluble en éter, cloroformo y bencina, pero sólo parcialmente en alcohol frío. Su blanqueo se verifica por procedimientos químicos o mediante la exposición a la luz solar; la cera así obtenida se llama cera blanca y se emplea en la fabricación de velas y encáusticos. En medicina se utiliza como ingrediente de emplastos y ungüentos. Entra en combinación frecuente con parafina, ceras vegetales y grasas. Véase Abeja.