El término cornear tiene dos significados principales.
En su primera acepción, se refiere a la acción de dar cornadas, un comportamiento típico de ciertos animales, como los toros, que utilizan sus cuernos como defensa.
En un sentido más figurado y común en América Latina, se usa para describir la infidelidad en una relación de pareja, es decir, meterle los cuernos a alguien.
Ambas acepciones reflejan la dualidad del término en contextos muy diferentes.