(1846-1900). Literato portugués, nacido en Póvoa de Varzim, maestro indiscutible de la novela lusitana. Empezó ejerciendo el periodismo. Como diplomático, cuerpo en el que ingresó en 1872, recorrió diversos países europeos y asiáticos. Influido durante su estancia en París por el naturalismo en boga, más bien antirreligioso, lo introdujo en su patria con grave escándalo de un Portugal todavía excesivamente provinciano. Pero su obra no deja por ello de ser vigorosamente personal, enraizada en la misma entraña del alma portuguesa. El primer estallido fue El misterio de la carretera de Cintra (1870), apasionante por su intriga, escrita en colaboración con Ramalho Ortigao. Siguiéronle O crimen do Padre Amaro (1876), en que la habilidad del autor en describir tipos y escenas no logra paliar lo ingrato del asunto: la caída de un clérigo en la tentación carnal y el subsiguiente infanticidio; O primo Basilio (1878), en que la vigorosa descripción de caracteres —sobre todo el de la odiosa criada Juliana— coloca a Eca en primera fila de la novelística moderna; A reliquia (1879), en que la interpretación sectaria sobre la vida de Jesús empaña bellísimas páginas de antología; O mandarim (1879), impregnada de pesimismo; Os maias (1888), un tanto folletinesca, pero pródiga en descripciones magistrales; O epistolario de Fadrique Mendes (1900), cartas dirigidas a diversos destinatarios, en que el autor, no sin intercalar episodios autobiográficos, refleja sus impresiones sobre la vida intelectual, artística, social y religiosa del Portugal fin de siglo; A ilustre casa de Ramires (1900), tal vez su obra más personal, modelo de aguda observación e irónica sutileza. Con carácter póstumo aparecieron A cibdade e as senas (1901), Ultimas paginas (1912), A capital (1925), una serie de Contos, Prosas bárbaras, Cartas familiares y Notas contemporáneas. La influencia de Ega, el insuperable estilista, en la literatura hispano-luso-sudamericana ha sido decisiva.
