(1260-1327). Llamado el Maestro Eckhardt. Místico alemán, nacido en Hochheim. Ingresó en la Orden Dominicana, de la que fue prior en Erfurt y provincial en Turingia; en 1300 fue nombrado profesor de Filosofía en París y más tarde ejerció de nuevo el cargo de provincial de su Orden en Sajonia. Acusado de herejía por el arzobispo de Colonia, Hermann von Virneburg, apeló a la autoridad del Papa el 13 de febrero de 1327, declarando en su protesta que si en sus escritos se encontraba algún error estaba dispuesto a retractarse. A pesar de ello, el papa Juan XXII publicó en 1329 una bula en que condenaba 28 proposiciones de Eckhart. Este, en tanto, había fallecido, se supone que muy poco después de declararse dispuesto a retractarse. Por lo que respecta a sus conclusiones prácticas, fue un teísta a pesar de los elementos heterodoxos de su misticismo idealista. Sostenía que Dios, como fuente original de todas las cosas, era incognoscible, algo, en realidad, indeterminado; que en el mundo, procedente de Dios, existe un proceso de autorrevelación divina y en el retorno de las cosas a Dios un proceso de conocimiento o progreso hacia una más alta intuición.