La hemoglobina es una sustancia de color rojo que se encuentra en los glóbulos rojos de la sangre.
Es fundamental para el transporte de oxígeno desde los pulmones a todas las células del cuerpo y para llevar dióxido de carbono de regreso a los pulmones para su eliminación.
Esta proteína compleja está compuesta por hemo, que contiene hierro, y globina, una proteína.
La cantidad y calidad de la hemoglobina en la sangre son cruciales para mantener una buena salud y funcionamiento del organismo.
La hemoglobina es una proteína globular que se encuentra en los eritrocitos y cuya función principal es el transporte de oxígeno desde los pulmones hacia los tejidos del cuerpo, así como la devolución de dióxido de carbono desde estos hacia los pulmones para su eliminación.
Está compuesta por cuatro subunidades, cada una con un grupo hemo que contiene hierro, elemento esencial para la unión reversible del oxígeno.
Además de su papel en el transporte gaseoso, la hemoglobina contribuye a mantener el equilibrio ácido-base en la sangre y participa en la regulación del flujo sanguíneo mediante la liberación controlada de óxido nítrico.
La concentración normal de hemoglobina en sangre varía según la edad, el sexo y las condiciones fisiológicas, siendo un parámetro fundamental en el diagnóstico de diversas enfermedades hematológicas como la anemia y la policitemia.
Alteraciones en la estructura o cantidad de hemoglobina pueden dar lugar a trastornos genéticos conocidos como hemoglobinopatías, entre las que destacan la anemia falciforme y las talasemias, que afectan la capacidad de transporte de oxígeno y pueden provocar complicaciones clínicas significativas.