La mayor parte del cadmio comercial se obtiene como subproducto de la fundición de minerales de cinc que contienen cadmio en proporción del 0,50 %. Después de un intenso calentamiento, el cinc y el cadmio se presentan en el mineral en forma de óxidos (v. Oxidación y reducción). Éstos se reducen por medio de carbono, con lo cual se libera el metal: CdO + C => CO + Cd
El cadmio es más volátil que el cinc; por tanto, al destilar la mezcla, la primera parte de la disolución contiene un elevado porcentaje de cadmio, que se separa y recupera de tal disolución en forma casi pura mediante un proceso de destilación fraccionada. Véase Destilación, Destilación fraccionada.
También se puede separar el cadmio del cinc durante la refinación electrolítica de este último. El cadmio es un metal menos activo que el cinc y ocupa un lugar inferior en las series eléctricas. Si en el proceso de refinación se mantiene el voltaje eléctrico lo suficientemente bajo, el cinc se disuelve, en el Ánodo, mientras que el cadmio y otros metales menos activos se depositan como impurezas. Entonces se recupera el cadmio por destilación.