Se han calculado las órbitas de cientos de cometas. Son, o bien de forma elíptica, con una excentricidad inferior a la unidad, o parabólica, con una excentricidad que vale uno o poco menos (v. Órbita; Elipse; Parábola). Como las órbitas elípticas son cerradas, los cometas que se mueven a lo largo de ellas vuelven a intervalos regulares a las proximidades del Sol, el cual se encuentra en uno de los focos de la elipse. Estos cometas son «periódicos». Una elipse casi circular, como las órbitas de los planetas, tiene una excentricidad próxima a cero, pero la elipse alargada y estrecha de los cometas puede valer 0,7 o 0,.8. La mayor parte de estas órbitas elípticas están inclinadas menos de 45° sobre el plano de la elíptica (el plano de la órbita de la Tierra) y la mayor parte de los cometas giran en ellas de Ó a E como los planetas.
Si las órbitas son casi parabólicas, aparecen muy inclinadas, en general, con respecto al plano de la elíptica y en ellas giran los cometas tanto de E a O como a la inversa. Las hay que parecen hiperbólicas, con una excentricidad superior a la unidad (v. Hipérbola) . Un cometa que se moviera en una verdadera órbita hiperbólica, vendría del espacio interestelar y volvería al mismo después de rodear el Sol. Sin embargo, un cometa cuya órbita fuese una elipse muy alargada, podría ser fácilmente lanzado a otra hiperbólica si se acercase mucho a un gran planeta. El hallazgo por cálculo de una órbita hiperbólica pudiera también deberse a observaciones inadecuadas.
