La pelvis de una mujer está compuesta por varias partes que cumplen funciones importantes en el cuerpo. Estas partes incluyen:
1. Huesos de la pelvis: La pelvis está formada por varios huesos, incluyendo el hueso sacro, el cóccix y los huesos ilíacos. Estos huesos se unen para formar una estructura en forma de anillo que protege los órganos internos y proporciona soporte para el cuerpo.
2. Cavidad pélvica: Es la parte interna de la pelvis y alberga los órganos reproductivos femeninos, como el útero, los ovarios y las trompas de Falopio. También contiene la vejiga y el recto.
3. Sínfisis púbica: Es una articulación ubicada en la parte frontal de la pelvis, donde se unen los huesos púbicos. Esta articulación es flexible y permite el movimiento durante el parto.
4. Ligamentos pélvicos: Son estructuras fibrosas que conectan los huesos de la pelvis y brindan estabilidad y soporte. Algunos ejemplos de ligamentos pélvicos son el ligamento redondo del útero y los ligamentos sacroilíacos.
Es importante tener en cuenta que la pelvis de una mujer puede variar en tamaño y forma, y estas diferencias pueden influir en el proceso del parto. Además, la pelvis también desempeña un papel importante en la postura y el equilibrio del cuerpo.
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