El cromo es un metal blanco azulado con mucho brillo, que funde a 1615°C y hierve a 2200 °C. Obtenido electrolíticamente resulta maleable. No se empaña al aire, pero reacciona con el vapor de agua y los ácidos diluidos produciendo hidrógeno: Cr + H2SO4 → CrSO4 + H2. Esta última reacción depende del tratamiento que se haya dado a la superficie del metal; los ácidos oxidantes, nítrico por ejemplo, producen en ella un estado pasivo, que la hace muy resistente al ataque químico, pero que puede perderse por la acción de ciertos reactivos.
En sus compuestos el cromo funciona con valencias positivas de 2,3 y 6 (v. Valencia). El cromo bivalente de los compuestos cromosos se oxida muy fácilmente a trivalente; éste puede formar iones positivos Cr+++ en las sales crómicas o negativos CrO2- en los cromitos; el cromo hexavalente origina los iones cromato CrO4- y dicromato Cr2O7-. Las soluciones de los compuestos cromosos son azules, las de los crómicos, verdes o violetas, y las de cromatos y dicromatos, amarillos o anaranjadas. Se conocen muchos iones complejos de cromo, como el diclorotetraacuocrómico [Cr(H2O)4 Cl2]+.
