El antimonio cae justamente debajo del arsénico en el sistema periódico, tiene un número atómico de 51 y un peso atómico de 121,76; funde a 630,5°C y hierve a 1440°C. Químicamente puede actuar como metal y como no-metal. Al igual que los metales, forma sales (acetato, carbonato, sulfato), pero se diferencia de ellos porque es mal conductor del calor y de la electricidad. Su trióxido, Sb2O3, y su hidróxido, SB (OH)6, tienen carácter anfótero, y pueden actuar como base y como ácido.
El antimonio reacciona directamente con los Halógenos, o su óxido con los hidrácidos halogenados, para dar una serie de compuestos halogenados. Uno de ellos, el tricloruro de antimonio, llamado en tiempos manteca de antimonio, se utilizó en medicina. También forma compuestos con otros varios metales (Ag3Sb, Mg3Sb2, Cd3Sb2, Fe3Sb2). Uno de los métodos más corrientes para obtener el antimonio es la reducción del mineral estibina con hierro; éste se combina con el azufre, dejando libre el antimonio, según la reacción: Sb2S3 + 3Fe->2Sb + 3 FeS