La palabra rojizo (o rojiza en femenino) se utiliza para describir algo que presenta un tono o matiz que se asemeja al rojo.
Este término puede referirse a colores, objetos o incluso a características físicas, como el cabello o la piel.
Su uso evoca una sensación de calidez y vitalidad, asociada a la intensidad del rojo, y puede aparecer en diversos contextos, desde el arte hasta la naturaleza.