Las principales son: la alfalfa común, la turquestana, la jaspeada y la blanda. Eri el grupo común se incluyen las alfalfas suaves de flor azulada. Entre la gran variedad de semillas existentes se eligen las más apropiadas a las condiciones locales de clima y suelo. Son grupos notables de variedades comunes el argentino, el sudafricano y el provenzal.
El grupo turquestano se ve muy solicitado por su dureza y resistencia a los agentes bacterianos. Incluye los subgrupos Turquestán, Hardistán y Kaw, todos ellos aparentemente de origen turquestánico.
El grupo jaspeado debe su nombre al color moteado de sus flores, que, a diferencia del azulado de las alfalfas comunes, varía desde el tono amarillo-verdoso al pardo. El grupo aparece como resultado natural del cruce entre las especies de flores azuladas y amarillas. En el mismo se. incluyen la alfalfa dura Grimm, procedente de Alemania; la cosaca, oriunda de Rusia e igualmente dura; la jaspeada canadiense o de Ontario, híbrida, del Canadá oriental; la de Ladak (India), adaptable a condiciones climatológicas frías y secas; la del Báltico; la de Dakota del Sur, capaz de sobrevivir en Climas inhóspitos; y la de Hardigan, muy productiva, oriunda también del Báltico.
Las alfalfas blandas peruanas se desarrollan con mayor rapidez y son menos duras que cualquiera otra variedad comercial para uso doméstico.
Gracias a la fecundación artificial se consiguen constantemente nuevas variedades de diferentes propiedades. Entre ellas se distinguen por su resistencia a las, bacterias las clases Ranger, Buffalo y Atlántica, todas ellas conseguidas y cultivadas con gran éxito en Norteamérica.