Zaracear es un término que se utiliza para describir la nevisca o llovizna acompañada de viento. Se conjuga mayormente en tercera persona del singular y cuenta con variantes como sarracear o cercear. También se refiere a la condensación del vapor acuoso en forma de agujas de hielo, fenómeno que ocurre en cielos despejados y temperaturas muy bajas. En La Rioja, España, se emplea para indicar el balbuceo o tartamudeo. Es importante destacar que esta palabra tiene una acepción de escaso uso en la actualidad.
Condensarse el vapor acuoso de la atmósfera y caer cristalizado en forma de agujas de hielo, lo cual sucede cuando el cielo está despejado y la temperatura es muy baja.
Etimología u origen de la palabra zaracear: etimología 1: proviene de cierzo, a su vez del latín circius, y el sufijo -ear; etimología 2: de zarazos que significa "llovizna o granizos" (fuente: Léxico del leonés actual).