Este texto cuenta la historia de Ben, quien fue invitado a cenar por su cuñada. En esa ocasión, su cuñada le sirvió un plato llamado aspic de tomate. A Ben no le gustaba el aspic, pero para no ofender a su cuñada, decidió elogiar el plato y le dijo que estaba muy sabroso. Su cuñada se sintió muy halagada por el comentario de Ben y a partir de ese momento, cada vez que Ben iba a su casa durante los siguientes 15 años, ella le servía aspic.