• « Para cambiar un hábito, hay que estudiar las señales que lo desencadenan y entender la verdadera recompensa que se busca. Por ejemplo, si tienes el hábito de comer helado todas las noches con tus amigos, puede que no sea sólo el sabor saciante del helado lo que se te antoje. La verdadera recompensa puede ser que sea un descanso del estrés de estudiar, o tiempo con los amigos. »