Chuck está triste porque en su grupo hay muchas personas talentosas, como Da Vinci, y él se siente inferior. Su tío trata de consolarlo diciéndole que aunque no pueda convertir un cerdo en un caballo de raza pura, sí puede lograr que el cerdo corra muy rápido. Es decir, cada persona tiene sus propias habilidades y talentos, y es importante enfocarse en desarrollar lo que uno es bueno en lugar de compararse con los demás.