Esta frase famosa significa que hay una gran diferencia entre decir que vas a hacer algo y realmente hacerlo. Muchas veces, las personas tienen buenas intenciones y dicen que van a hacer algo, pero luego no lo hacen o no logran los resultados deseados. Es importante recordar que las acciones hablan más fuerte que las palabras y que es necesario poner en práctica lo que se dice para obtener los resultados deseados.