• « Mi hermana se acostaba antes que yo, y la luz se apagaba en el momento en que ella debía dormirse. Así pues si yo quería leer, tenía que hacerlo con una lámpara de mano debajo de las cobijas. »
• « De puntillas fui hasta su habitación; aún no dormía. Juntas, volvimos sigilosamente al cuarto nuevo, apagamos las luces y, riendo, nos acurrucamos debajo de las cobijas. »