En una economía de mercado, las empresas compiten entre sí de manera normal. Esto significa que hay varias empresas que ofrecen productos o servicios similares y tratan de atraer a los clientes ofreciendo mejores precios, calidad o características. La competencia es beneficiosa porque impulsa a las empresas a mejorar y a innovar, lo que a su vez beneficia a los consumidores al ofrecerles más opciones y mejores productos.