• « En este sentido, la democracia condiciona nuestra existencia individual. No es lo mismo vivir en una sociedad que permite que los individuos circulen libremente (ya sea dentro del territorio nacional, viajando al exterior o, simplemente, dentro de una misma ciudad) que vivir en una sociedad donde la circulación está restringida (por ejemplo, mediante el toque de queda, la detención arbitraria, o el cierre de fronteras). »