• « Al instante se arrodilló junto a su cama y durante 15 minutos le rogó a Dios que cuidara a su hija. Luego, convencida de haber obtenido la protección del Señor, volvió a quedarse dormida. »
• « Después llevaba a casa al pequeño, y en el camino iba soñando con que algún día tal vez se convertiría en un flautista, o quizá en un guardia forestal que cuidara todas las cosas pequeñas de los bosques. »