• « Podemos decir, entonces, que las reglas -la ley- tienen un doble carácter: delimitan lo prohibido y ofrecen seguridad y protección al establecer el marco en el cual podemos movernos. Esto las hace indispensables para la vida social. Por este doble carácter es que se puede tener relaciones de ambivalencia con las instituciones, pues en ciertos momentos nos sentiremos atraídos por ellas y en otros sentiremos rechazo. »