Cuando nos damos cuenta de que hay peligro, nuestro cuerpo envía una señal a nuestros nervios que producen ciertos neurotransmisores relacionados con el miedo, como la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina. Estas sustancias están hechas de dos aminoácidos llamados fenilalanina y tirosina, que son muy importantes para reaccionar ante situaciones de peligro, adaptarnos a ellas y controlar nuestras emociones.