En esta etapa de su enfermedad, la persona ya no podía escribir con lápiz, papel o máquina de escribir. A pesar de esto, lograba hacer cálculos largos sin escribir nada, lo cual era considerado una hazaña impresionante. Se compara su habilidad para hacer cálculos de memoria con la capacidad de Mozart para componer música sin necesidad de escribirla primero.