El texto nos habla sobre los rituales de iniciación y nos dice que aunque estos rituales pueden ser diferentes entre sí, todos tienen tres etapas principales. Estas etapas fueron identificadas por Arnold Von Gennep y se llaman separación, liminalidad e incorporación.
La primera etapa es la separación, que significa que la persona que va a ser iniciada se separa de su vida anterior. Puede ser físicamente, como ir a un lugar especial, o simbólicamente, como dejar atrás ciertas creencias o comportamientos.
La segunda etapa es la liminalidad, que es un estado de transición. Durante esta etapa, la persona está en un lugar o situación diferente a lo que estaba acostumbrada. Es un momento de cambio y aprendizaje, donde se pueden experimentar nuevas cosas y adquirir nuevos conocimientos.
La tercera etapa es la incorporación, que significa que la persona es aceptada de nuevo en su comunidad, pero ahora como alguien que ha pasado por el ritual de iniciación. Se le reconoce como miembro de pleno derecho y se le otorgan nuevos roles y responsabilidades.
En resumen, los rituales de iniciación tienen tres etapas: separación, liminalidad e incorporación. Estas etapas representan el proceso de dejar atrás la vida anterior, pasar por un período de transición y aprendizaje, y finalmente ser aceptado como miembro pleno de la comunidad.