• « En las relaciones que resultan de una adhesión consentida no desaparece la relación de obediencia. Por ejemplo, si imagináramos una democracia ideal, en la cual existiera una identificación perfecta entre gobernantes y gobernados, la relación de autoridad no desaparecería, sino que, en lugar de una oposición entre los que mandan y los que obedecen, habría una diferenciación entre las personas que establecen las reglas y las que, sin participar en su establecimiento, aceptan cumplirlas. »