• « Mientras los noruegos lloraban la pérdida de su tesoro, el caso intrigaba cada vez más a dos investigadores londinenses: el jefe de inspectores Charles Roberts y su colega John Butler, jefe de la unidad de Scotland Yard dedicada al combate del crimen organizado internacional. Puesto que los ladrones podrían tratar de vender el cuadro en Londres, no resultó extraño que Lier se pusiera en contacto con Roberts para pedirle ayuda. »