oraciones con la palabra «luchador» y derivadas (por ejemplo: luchadores, luchadoras) seleccionadas de refranes, poesías, cuentos y artículos de interés general.
Las siguientes oraciones fueron seleccionadas por ser oraciones cortas, por su sencillez o porque están orientadas a escolares; así pueden ser entendidas por niños y adolescentes.
• « El carismático Andrew Jackson se ganó una reputación de luchador y defensor de la expansión americana, emergiendo como la figura por excelencia que lideraba el ascenso de la democracia americana. »
• « Los romanos resumieron sus propias virtudes con el término Romanitas, que significaba ser civilizado, ser fuerte, ser honesto, ser un gran orador público, ser un gran luchador y trabajar dentro de la estructura política en alianza con otros romanos civilizados. »
• « Los turcos selyúcidas eran feroces luchadores, entrenados por su origen como nómadas de la estepa y asaltantes, que se habían convertido al Islam antes del siglo XI. »
• « Los recién liberados luchadores sociales pugnaban por cambiar las leyes que los convirtieron en víctimas de su propia sociedad. Pero no los alentaba lo que habían oído respecto al nuevo código penal, que en ese momento se redactaba en secreto. »
• « Después de una violenta escaramuza entre chimpancés vio como los dos luchadores se retiraban a las copas de los árboles. Pronto uno de ellos extendió una mano en dirección a la otra. Lentamente se acercaron el uno al otro y se reconciliaron con un abrazo. »
• « En unos cuantos meses, los proyeccionistas de los Lumiére reunieron una enorme cantidad de imágenes documentales. Filmaron, entre otras cosas, danzas tirolesas, luchadores javaneses, las pirámides de Egipto, el baño de un niño africano y la cosecha de arroz en Japón. »
• « Y por la noche, a la hora de dormir, cuando estáis todos reunidos, hermanos y hermanas, en torno a esa gran mesa redonda, cargada de estampas, juguetes y periódicos, empezáis, a cierta hora, a hacer pequeñas reverencias con la cabeza: vuestros ojitos, que antes eran tan risueños, se vuelven brumosos y pequeños: vuestras manos, unos momentos antes tan activas y luchadoras, cuelgan inertes de la silla y dejan caer al suelo la muñeca o el perrito. El tirano del sueño ha llegado: y el sueño, como todos los demás tiranos, no sufre resistencia. »