Este texto nos habla sobre los convictos que son liberados de la prisión Perm 35 y cómo suelen obsesionarse con los recuerdos de los calabozos. En esta prisión, los convictos pasan mucho tiempo en condiciones difíciles, como el frío y la oscuridad. Además, solo reciben comida cada tercer día y durante los otros días no tienen nada para comer.