Claro, aquí tienes una explicación sencilla:
Cuando el polen entra en nuestra nariz, nuestro cuerpo reacciona produciendo mucosidad nasal. El polen interactúa con esta mucosidad y provoca una sensación de picor, lo que nos hace estornudar. El estornudo puede expulsar el polen a una velocidad muy rápida, ¡más de 150 kilómetros por hora! Esto ayuda a sacar el polen de nuestra nariz y proteger nuestro cuerpo.