• « Contábamos historias, pintábamos cuadros, hacíamos joyas y desarrollábamos un mundo rico y simbólico que nos unía en grupos más grandes y complejos. »
• « En la cárcel hacíamos cuentas, a las que les pintábamos rayitas con masilla oscurecida a base de ceniza de cigarrillo, y formábamos sartales (rosarios) para rezar. Uníamos las cuentas con hebras extraídas de nuestra ropa de cama, y las cocíamos al calor de la bombilla eléctrica de la celda. »